OFRECIMIENTO DE VIDA

EL MENSAJE DE LA SANTISIMA VIRGEN
Nuestra Madre Celestial pide, en especial a las madres de familia, que ofrezcan, por amor, su vida a las intenciones de su Inmaculado Corazón, para Ella poder ir salvando más y más familias de caer en el infierno.
La misma Virgen lo concreta: "En el corazón de muchas madres arde el dolor: Se les oprime el corazón, por el estado espiritual de sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de sus vidas mas allá de la muerte. Por amor hacia ellas, movida de compasión, alcance con mis ruegos las cinco promesas. ¡Que se consuelen, que ofrezcan con una entrega total todos los sucesos de su vida!".
Para este fin, propone el Ofrecimiento de Vida, que debe hacerse con rectitud y seriedad, ofreciéndolo para mayor Gloria de Dios y bien de la Santa Iglesia, brindándonos unas promesas grandísimas.

PROMESAS DE MARIA A QUIENES HACEN EL OFRECIMIENTO DE VIDA
1. Nadie de sus familiares caerá en el infierno, aun cuando las apariencias externas lo harían suponer, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirán la gracia del perfecto arrepentimiento.
2. En el mismo día del ofrecimiento, saldrán del Purgatorio todos los difuntos de su familia.
3. En la muerte estaré a su lado, y llevaré sus almas a la Presencia de Dios, sin pasar por el Purgatorio.
4. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús y en el Corazón Inmaculado de María.
5. Salvarán a muchas almas de la eterna condenación, por este ofrecimiento, unido a los méritos de Cristo. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.

OFRECIMIENTO DE VIDA
Mi amado Jesús:
Delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz:
• para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad,
• para ofrecerle reparación por nuestras ofensas,
• por la unión de nuestra Santa Madre Iglesia,
• por nuestros sacerdotes,
• por las buenas vocaciones sacerdotales,
• y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.


ACLARACIÓN OBJETIVA
Es suficiente con hacer dicha Ofrenda una vez, así lo confirmó el Redentor a Sor María Natalia: "Si alguien, hija mía, no hace sino una sola vez el Ofrecimiento de Vida, ¿entiendes, hija?, una sola vez, en un momento de Gracia, se encendió en su corazón el fuego de amor heroico. ¡Con esto selló toda su vida! Su vida, aunque no piense conscientemente en ello, es ya propiedad de los Sagrados Corazones".
Y le añadió: "Aunque un alma haya hecho otro ofrecimiento, éste lo compendia todo y está por encima de ellos. Esta será, pues, la corona, el aderezo más precioso y el distintivo de su nobleza espiritual en el Cielo".
Pueden hacerse también otros ofrecimientos privados y personales, independientemente de éste en cuestión.

INTRODUCCIÓN E HISTORIA
La Santísima Virgen favoreció con abundantes locuciones y visiones extraordinarias, durante varios años, a Sor María Natalia Magdolna (1901-1992), religiosa húngara, nacida cerca de Pozsony (en la actualidad Eslovaquia), perteneciente a la Congregación de Hermanas del Buen Pastor de Sta. M.a Magdalena de Keeskemet.
Su vida estuvo llena de gracias sobrenaturales y de una intensa comunicación con Dios. Murió en olor de santidad, siendo de edad ya avanzada.

Las Promesas que a continuación ofrecemos, están entresacadas de varios mensajes que Jesús y María le comunicaron, y que fueron editados en el libro "La Victoriosa Reina del Mundo" por Ediciones Xaverianas, S.A. de C.V. - Ave. Juan Palomar y Arias 694 - Prados Providencia - A.P.1/133 - 44100 Guadalajara, Jal. (MEXICO).
El Padre Jeno Krasznay, Director Espiritual de Sor María Natalia por algún tiempo, renombrado teólogo europeo y Auxiliar del Obispo Istvan Hasz, declaró verídicas estas experiencias místicas, así como las visiones y mensajes, tras un largo período de investigación y examen.

APROBACIÓN ECLESIÁSTICA
Mons. Gabriel Díaz Cueva, Obispo Aux. de Guayaquil (Ecuador), con fecha 16-Julio-1987, extendió el Imprimí Potest a la difusión de estas manifestaciones divinas.
Asimismo ha sido concedido diligentemente el Imprimatur eI día 15-Junio-1988, por el P. Agustín Gutiérrez, Vicario Gral. de la Archidiócesis de Guadalajara.
El Nihil Obstat fue expedido por el P. Alberto Valenzuela, S.J., Censor, delegado a tal efecto.
(Autorizada la reimpresión y divulgación)